Medicina personalizada con CBD: dosis y vías de administración

Medicina personalizada con CBD: dosis y vías de administración

Este artículo fue originalmente publicado por ICAN

Con la gran variedad de productos de cannabis disponibles en el mercado (lícito o ilícito),
muchas veces es difícil saber cuáles productos con CBD usar o qué dosis y vía de
administración emplear. Aquí encontrarás algunas generalidades sobre la correcta dosificación
del cannabis medicinal.

Este artículo fue creado para orientar a profesionales de la salud y requiere conocimientos médicos para su lectura y comprensión. Si deseas leer una versión menos técnica de este artículo dirigido al público en general, haz clic aquí.

La planta del cannabis ha sido utilizada con propósitos medicinales y recreativos desde hace
muchos siglos.
Sus beneficios biomédicos se han reconocido desde hace milenios y se ha
demostrado que tiene potencial terapéutico como estimulante del apetito, antiemético y
antiespasmódico. Del mismo modo, otras afecciones clínicas en las que se ha sugerido el uso
potencial de cannabis incluyen epilepsia, glaucoma y asma. [1]


Las plantas del género Cannabis contienen más de 500 compuestos químicos diferentes,
incluyendo más de 100 cannabinoides. Sin embargo, la química de la planta va más allá del
THC y CBD (los dos cannabinoides más populares) y se pueden esperar diferentes efectos
debido a la presencia de otras moléculas. El cannabis contiene más cannabinoides, terpenos y
otros compuestos químicos que interactúan entre sí en nuestro organismo. Esto se conoce
como entourage effect o “efecto séquito” y se refiere a que la mezcla e interacción de estos
compuestos hará que sus efectos sean mejores y más potentes, [10] contribuyendo a las
propiedades farmacológicas y psicoactivas conocidas del cannabis. [1,2,5]

Sinergia entre cannabinoides


Se sabe que el THC y el CBD a diferentes dosis interactúan sinérgicamente potenciando las
cualidades curativas de cada uno. Esto se logra cuando se combinan en diferentes
proporciones o ratios, dependiendo la afección que se desee tratar. El CBD mejora las
propiedades analgésicas y anticancerígenas del THC, al tiempo que disminuye la
psicoactividad del THC. El CBD también puede mitigar los efectos adversos causados por
demasiado THC, como ansiedad y latidos cardíacos acelerados.


El CBD es capaz de brindar beneficios cuando se administra solo, como CBD aislado o isolate.
También puede ampliar la gama de afecciones tratables cuando se mezcla con otros
cannabinoides distintos al THC, como los que se encuentran en los extractos espectro amplio o
broad spectrum
. De este modo se pueden tratar padecimientos como los trastornos hepáticos,
cardiovasculares y metabólicos, que pueden responder menos a los efectos del THC. [7,8]

Biodisponibilidad del CBD


El término biodisponibilidad hace referencia a la fracción de medicamento que una vez
administrado es capaz de llegar a su lugar de acción. La biodisponibilidad depende de las
características fisicoquímicas del principio activo, de los excipientes, del proceso de fabricación
y de la conservación de la forma farmacéutica, y también de las características intrínsecas al
individuo, como la motilidad intestinal o el pH gástrico. [6]

Es importante comprender la biodisponibilidad de una sustancia porque esto ayuda a
determinar cuánto se necesita tomar y de qué forma para garantizar que una dosis adecuada
realmente llegue a su sitio de acción. De lo contrario, es posible que no brinde los efectos
deseados.


Hablando específicamente del CBD, su biodisponibilidad depende de la dosis y, en mayor
medida, de la forma de administración que se utilice. Hay muchas formas de tomar CBD: desde
comestibles y preparaciones orales, hasta vaporizadores y productos tópicos. Cada uno de
estos métodos tiene una biodisponibilidad diferente. [9]

Principales vías de administración, biodisponibilidad y tiempo de vida en el organismo


La vía de administración más popular del cannabis es por medio de la inhalación, ya sea
usando un cigarrillo tradicional o un cigarrillo electrónico (o vape), esta vía proporciona un
método rápido y eficiente de suministro de cannabinoides desde los pulmones al cerebro, lo
que contribuye a su rápida distribución en el organismo. [2] Existen cepas altas en CBD que
podrían ser inhaladas o vaporizadas, sin embargo, la duración de sus efectos es breve y no
suele ser una vía empleada para el tratamiento de enfermedades crónicas, sino de episodios
agudos. La vía oral es la más indicada para tratar la mayoría de los padecimientos.

A continuación, se presenta una tabla que muestra las vías de administración más comunes,
así como el tiempo en que inician los efectos una vez administrado el CBD, tiempo de
concentración máxima en sangre y su vida media. [4,9,11,15]

Vía de administraciónTiempo en que inician los efectosTiempo de concentración máxima (Tmax)Vida media (T1/2)
Inhalación (fumar o vaporizar)5-10 min15-40min1.1-31 hr
Aerosol sobre mucosas15-45min1.6-9.4 hr1.4-10.0 hr
Sublingual20 min1.9-4.2 hr1.7-2.2 hr
Oral0.5-2 hr0.9-1.3 hr2-5 días


Es importante mencionar que la velocidad con la que haga efecto el CBD y el tiempo de
duración del efecto dependerán de diversos factores como: si se consumió con el estómago
vacío o se ingirió con alimento, si fue alimento rico en grasas; así como de las características
de cada individuo, como el peso, la edad, cantidad de grasa corporal, etc.

Titulación de dosis


La titulación de dosis es el proceso de comenzar con una dosis baja de un medicamento y
ajustarla con incrementos graduales. Esto se hace con el propósito de obtener el máximo
beneficio sin efectos adversos en función de la respuesta del paciente.


La titulación nos ayudar a identificar dosis seguras y efectivas para cada paciente individual.
Cuando se comienza a utilizar cannabis, es importante utilizar una titulación adecuada para
encontrar la dosis ideal para el paciente. [14]

Se recomienda que siempre que se inicie cualquier tipo de tratamiento con cannabis, se
empiece con microdosis (menos de 1 mg/kg) y se realice la titulación del medicamento con
CBD. La dosis deberá ser aumentada poco a poco hasta que se obtenga el efecto terapéutico
deseado, a fin de minimizar la presentación de efectos secundarios.

Dosificación del CBD


La administración de CBD a dosis altas (arriba de 1,500 miligramos al día), se reportan como
bien toleradas en humanos. Sin embargo, la literatura reporta que las macrodosis, que son
aquellas que se encuentran por encima de 20 mg/kg aumentan la prevalencia de efectos
secundarios, por lo que se recomienda no emplearlas salvo en casos necesarios. Asimismo, las
microdosis se suelen considerar aquellas por debajo de 1 mg/kg, y suelen emplearse como
suplemento alimenticio más que con propósitos terapéuticos.


Para las afecciones más comunes como ansiedad, el rango de dosificación puede ir de 150-
600 mg al día dependiendo el caso. Asimismo, en padecimientos que causen dolor la
dosificación recomendada puede ir de 2.2 mg a 150 mg una o dos veces al día.
Adicionalmente, es posible que ciertos casos requieran de la adición de otros cannabinoides,
incluyendo al THC, para poder aliviar el dolor. [3]


Aún falta investigación pues no hay dosis máximas establecidas para gran variedad de
padecimientos, excepto en psicosis (800 mg) y trastornos convulsivos (2500 mg o 25–50
mg/kg). Para otras indicaciones, muchos pacientes obtienen beneficios con CBD a dosis mucho
más bajas, comenzando con 5–20 mg totales por día de preparaciones orales divididas en dos
o tres veces al día, lo que puede reducir el gasto concomitante. [15]

Se ha descrito que el cannabis tiene un “efecto bifásico”, lo cual significa que una dosis baja
puede producir los efectos opuestos a una dosis alta. Es decir, una dosis baja de cannabis
puede tener como resultado efectos estimulantes, mientras que una dosis elevada puede
causar efectos sedantes. [12,13]

Estrategias recomendadas para la dosificación [15]


 El enfoque general para iniciar un tratamiento con cannabis es “comenzar con dosis
bajas, ir lento (aumentar gradualmente) y mantener dosis bajas (las mínimas para
obtener los efectos benéficos deseados)”.
 Los pacientes con tratamientos de cannabis medicinal, en contraste con los usuarios
recreativos de la planta, con frecuencia usan cepas predominantes en CBD con la
menor cantidad de THC para obtener un mejor control de los síntomas, la función y la
calidad de vida, con la menor cantidad de eventos adversos.
 Para afecciones y síntomas crónicos, las preparaciones orales de acción prolongada
son la base del tratamiento.
 La vaporización se puede utilizar como una técnica adicional cuando se dan
exacerbaciones episódicas de los síntomas.
 Si se emplea cannabis que contenga THC, los médicos deben comunicar claramente
los riesgos potenciales y la seguridad del medicamento, de igual manera que con
cualquier medicamento psicoactivo. Se sugiere utilizar documentación en un formulario
estándar de “acuerdo de tratamiento” para fines médico-legales.

 Los pacientes deben mantener un cuadro de “seguimiento de síntomas” que indique la
respuesta o la eficacia de cada producto de cannabis para cada síntoma y así ayudar a
los médicos a determinar la respuesta al tratamiento del cannabis en las visitas de
seguimiento.
 Las dosis deben determinarse individualmente, ya que esto depende del tono
endocannabinoide subyacente.
 Las preparaciones que contienen mayor concentración de CBD tienen menos efectos
psicotrópicos adversos y pueden requerir una dosis más alta.

Seguimiento del paciente

Dependiendo del paciente, es posible que se necesiten consultas de seguimiento cada 1 a 6 meses, dependiendo de varios factores, tales como; su familiaridad con el cannabis, condiciones médicas comórbidas, la capacidad de cumplir con las instrucciones del plan de tratamiento y mantener un seguimiento de la eficacia del cannabis en los síntomas/condiciones individuales. 

El seguimiento del caso deberá involucrar un monitoreo apropiado para la eficacia (se debe considerar cambiar las vías de dosificación, dosis y/o producto), los efectos secundarios, la revisión de los cambios concomitantes de la medicación y, cuando sea apropiado, iniciar una disminución gradual de los medicamentos para minimizar los síntomas de retiro, que rara vez son problemáticos en pacientes con cannabis medicinal. 

Finalmente, se debe considerar la implementación de cuestionarios validados y evaluaciones de calidad de vida para permitir la documentación de medidas objetivas para dar seguimiento a la mejora de los síntomas y la función del medicamento utilizado. [15]

Es importante recalcar que el cannabis tiene un perfil de seguridad superior en comparación con muchos otros medicamentos, sin muertes reportadas por sobredosis debido a la ausencia de receptores CB1 en los centros cardiorrespiratorios del tronco encefálico. [15]

Debido a lo anterior, siempre es importante que un médico capacitado en el uso del cannabis sea quien haga la prescripción y adecuación de la dosis, ya que los rangos de dosificación pueden ser muy amplios. [3] Solo un médico capacitado en la medicina personalizada con cannabis puede dar una recomendación de dosis y hacer los ajustes necesarios a ella para cubrir los requerimientos de cada paciente en particular.

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Referencias

[1] Sharmah, P., Murthy, P., Bharath, S. (2012). Chemistry, Metabolism, and Toxicology of Cannabis: Clinical Implications. Iran J Psychiatry 2012; 7:4: 149-156

[2] Huestis, M.A. (2007). Human Cannabinoid Pharmacokinetics. Chem Biodivers. 2007 August; 4(8): 1770–1804. doi:10.1002/cbdv.200790152

[3] White, M. (2019).A Review of Human Studies Assessing Cannabidiol’s (CBD) Therapeutic Actions and Potential. The Journal of Clinical Pharmacology. 00(0) 1–12. DOI: 10.1002/jcph.1387

[4] Millar S.A., Stone N.L., Yates A.S., O’Sullivan S.E. (2018). A Systematic Review on the Pharmacokinetics of Cannabidiol in Humans. Frontiers in Pharmacology, 9, 1365. DOI: 10.3389/fphar.2018.01365

[5] Andre Christelle, M., Hausman, J. F., Guerriero, G. (2016). Cannabis sativa: The Plant of the Thousand and One Molecules. Frontiers in Plant Science. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[6] Rey, M.E. (2001). Bioequivalencia, biodisponibilidad y EFG. Algunas consideraciones. Farmacia professional. Vol. 15. Núm. 10. 88-93. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[7] Prenderville, J.A., Kelly, A.M., Downer, E.J. (2015). The role of cannabinoids in adult neurogenesis. British Journal of Pharmacology. 172 3950–3963. DOI:10.1111/bph.13186

[8] Project CBD. (2019). CBD USER’S GUIDE. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[9] CBD Awareness Project. (2019). CBD and Bioavailability. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[10] ICAN. (2020). Full spectrum, CBD isolate… ¿cuáles son sus diferencias? Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[11] Fundació Institut Català de Farmacologia. (2007). Uso terapèutico del cannabis: Farmacología bàsica. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 13 de mayo de 2020.

[12] Hartsel, J.A., Boyar, K., Pham, A., Silver, R.J., Makriyannis, A. (2019). Cannabis in Veterinary Medicine: Cannabinoid Therapies for Animals. Nutraceuticals in Veterinary Medicinehttps://doi.org/10.1007/978-3-030-04624-8_10
[13] Project CBD. (2019). DOSIFICACIÓN DE CANNABIS. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 19 de mayo de 2020.

[14] Schuck, R.N., Pacanowski, M., Zineh, I. (2019). Use of Titration as a Therapeutic Individualization Strategy: An Analysis of Food and Drug Administration–Approved Drugs. Clin Transl Sci, 12, 236–239; doi:10.1111/cts.12626 

[15] MacCallum, C. A., Russo, E. B. (2018). Practical considerations in medical cannabis administration and dosing. European Journal of Internal Medicine, 49, 12–19. doi:10.1016/j.ejim.2018.01.004

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